miércoles, 29 de octubre de 2008

La inconsciencia sobre el asfalto

Mucho es sabido por todos e incluso suena a lugar común, el hecho de que en nuestra amada Caracas - la otrora sucursal del cielo, hoy franquicia del infierno - el hombrillo es el canal rápido, la luz amarilla indica acelera, el cinturón de seguridad es para lucir unos "cositos" que ratifican la marca del carro, que el casco es para proteger el codo de los motorizados y el "déjeme donde pueda" significa "detengase donde le de la gana".

Esa relación "inconsciente" asumida por todos, convierte a esta ciudad un total caos, una ciudad sórdida y verdaderamente insufrible.

Sin querer profundizar en el tema, gracias a la transculturización de la que hemos estado sometidos por décadas, surgió en Caracas un fenómeno que se ha ido propagando por toda Venezuela ( a la vista de autoridades que no hacen nada ), me refiero al fenómeno tuning y los piques.

De verdad, no tengo problema en que la gente decida gastar su dinero colocándole accesorios a sus carros y haciéndoles más "potentes". El problema surge cuando tu individualidad toca, perturba, transgrede, la individualidad del otro.

Gran preocupación me causó cuando vi la película "Meteoro", sí, me preocupé mucho, porque si tan sólo vieron "Rápido y Furioso" comenzaron los piqueros del tercer mundo a dejar muertos en las autopistas de Caracas, pensé : "si ven Meteoro que los carros se sacan de las pistas,explotan, vuelan y eso es normal, estos enajenados que no separan la realidad de la fantasía del séptimo arte, van a convertir el Güaire en una chivera.

Mi preocupación aun persiste, más aun cuando en ese afán de poner los carros "arrechíiiisimos", le colocan una luces blancas de xenón, que molestan a horrores por el retrovisor y ni hablar en carretera si te vienen de frente.

Pero dejando tranquilo a mis amigos transculturizados, quiero hacer referencia a algo que pulula en mi cabeza y quiero compartir, se trata del traingulo deseguridad.

Pareciera que las personas cuando salen de vacaciones, para ganar espacio en la maleta, en lugar de dejar a la suegra, dejan el triangulo.

¡Diosss! el traingulo, para luego accidentarse y uno verlos improvisando con ramas, piedras, troncos, una lata y hasta un coche.Lo más patético es que cuando se van, dejan todo eso en el hombrillo, claro, menos el coche. Luego viene un hombrillero de oficio y plaff!! otro accidente.

El conducir cualquier vehículo es algo serio, lamentablemente nuetras leyes no tienen quien las haga cumplir, amén de que nadie se las sabe. Aparte de la inseguridad, los accidentes de tránsito en Venezuela cobran vidas por montón y eso pareciera que a nadie le importa.

Dato curioso, fíjense en los gerentes de operaciones de los terminales de pasajeros que declaran a los medios en los operativos de carnavales, semana santa, navidad, en fin en los éxodos de vacaciones, nunca son los mismos.

El que declara en carnavales no es el mismo de semana santa, de un mismo año, ¿por qué? porque fracasan, porque aquí no se toma con seriedad el transporte, el tránsito y sus afines.

Recuerda:
Motorizado ponte el casco, tú eres el parachoque.
Conductor ponte el cinturon, aférrate a la vida.
Peaton cruza en el rayado, si te dejan los otros dos.

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