viernes, 28 de noviembre de 2008

Los niños y los compactos

En concordancia con las entradas anteriores, en esta oportunidad traigo una sugerencia que alude directamente a todo aquel menor de 28 años que tiene la responsabilidad de tomar un vehículo en sus manos, y más si éste es un compacto de gran potencia en el motor.

Mi propuesta pasa por elevar la edad a 28 años para el otorgamiento de licencias de conducir. Continuando en el hilo conductual del blog, Caracas ya tiene más carros que personas, un parque automotor renovado, últimos modelos de la industria automotriz por doquier, que bella mi ciudad...

El lunar: niños entre 18 y 23 años de edad al volante. Niños que creen que lo carros son para acelerarlos sin importar que existen personas cohabitando este planeta, sin importar que adelante, al lado o atrás va una familia con niños, ancianos, con ganas de vivir.

No paso por la exageración, vean los accidentes o choques que se dan en las dos únicas vías expresas de Caracas, entiéndase Av. Boyacá (Cota mil) y la autopista Francisco Fajardo. Siempre están involucrados uno o más carritos compactos y cuando uno pasa al lado del choque, luego de las tres horas de cola, observa a un niño o niña que no pasa de 23 años, llorando mientras habla por el celular.

La propuesta tiene por objeto darle madurez y adultez al hecho de conducir, mínimo un ser humano debe ya a los 28 años tener al menos la orientación a la madurez y el sentido de la responsabilidad formado.

Con esto no quiero decir que un adolecente de 18 años no tenga sentido de responsabilidad al volante, pero es que realmente al ver los hechos y las estadísticas, la capacidad de asombro se ve desbordada al conseguir que nuestros jóvenes se estan matando.

Ojo en la Cota Mil

Los que por motivos de trabajo debemos tomar esta vía expresa los sábados a las 6:30 am. tenemos el desagradable honor de manejar con la cautela a su máxima expresión, esto debido a que los niños de los compactos vienen de amanecer de su noche de derroche, bebidos y en zig zag a 140 Km/h.

Los domingos, día que esta vía se cierra para el esparcimiento desde las 6:30 de la mañana, los bebes en el mismo son del párrafo anterior, toman esta vía antes que las bicicletas, deportistas, ancianos, niños y familias enteras tomen este espacio, a unas velocidades inimaginables y en algunos casos ya cuando la vía está cerrada.

¿Y los motorizados?

Este grupo de conductores a dos ruedas también deberían no tan solo elevarles la edad para las licencias, sino realizarles un exámen o prueba para el otorgamiento de la misma, que pase por una evaluación estricta teórica-práctica que amerite un año de curso intensivo de dos horas de clase diarias.

¿Exagerado? No creo, me quedé corto.

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